
Ser escritora indie es un acto de resistencia.
Es corregir con lupa durante meses, improvisar portadas, crear campañas de promoción y aprender —a veces a la fuerza— lo que jamás imaginaste hacer:
hablar de algoritmos, pelearte con la maquetación de Kindle Create, rezar para que KDP no te rechace el archivo…
y volver a escribir, como si nada.
Es vivir con una pestaña abierta en Canva, otra en Amazon y otra en ese capítulo que aún no tienes del todo, pero que sabes que te va a romper cuando lo termines.
Es mirar las ventas y decir “bueno”,
esperar leer una reseña para sonreír,
recibir el mensaje soñado:
“Me quedé pensando en Zolarix”
o
“Lloré desconsolada con la escena de Zeldriz en la llanura”,
y sentir que todo —todo— ha valido la pena.
Porque para una escritora indie no hay editorial,
pero siempre hay una historia.
No hay anticipo,
pero hay amor por lo que se crea.
Y hay lectores, aunque lleguen de uno en uno.
Ser escritora es escribir desde la cocina, desde el dormitorio,
sentada o de pie porque la espalda te mata,
y aun así continuar hasta la madrugada,
desde un portátil que, tras 16 o 18 horas,
te muestra un aviso de batería baja.
Y seguir adelante,
aunque no haya red,
aunque no haya plan,
aunque a veces no haya ganas.
Porque esto también es literatura.
Y porque tú estás del otro lado.
Gracias por leer.
—Katy Núñez.
💬 Si ya has leído mi novela y te ha emocionado alguna escena, un personaje, una frase…
🪶 Dejar una reseña en Amazon es una forma poderosa de apoyar a una escritora indie. Tu voz puede abrirle el camino a otros lectores.
📚 Enlace directo a Ázdeli Lidot en Amazon
🌿 Gracias por leer. Gracias por estar.
Comentarios recientes