
Ejercicio narrativo: “El anciano y el niño en la marisma”
Un mismo instante puede contarse de formas muy distintas. Partimos de este texto original:
“En su pecho un pellizco que le obligaba al sentimiento provocado por la pena, ahogando sollozos que daban fe de la verdad.
—El anciano y el niño juntos de nuevo en la marisma —susurró el joven abriendo la pequeña urna con las cenizas de su abuelo para dejarlas volar.”
1. Narrativa descriptiva (énfasis en lo emocional)
“El dolor le oprimía el pecho como un pellizco. Cada sollozo ahogado confirmaba lo inevitable. Con manos temblorosas abrió la urna y, mientras las cenizas volaban, murmuró: —El anciano y el niño, juntos de nuevo en la marisma.”
2. Narrativa poética (condensada en imágenes)
“Un pellizco en el pecho.
Un suspiro ahogado.
Cenizas al viento.
El anciano y el niño, reunidos en la marisma.”
3. Narrativa cinematográfica (visual, casi guion)
El joven sostiene la urna. La abre.
El viento arrastra las cenizas hacia la marisma.
Él susurra:
—El anciano y el niño, juntos de nuevo.
4. Narrativa intimista (diálogo interior)
“¿Cómo se despide uno del abuelo? ¿Cómo se suelta un vínculo tan hondo? Cerró los ojos, dejó que las lágrimas hablaran, y dijo en voz baja: —El anciano y el niño, juntos de nuevo en la marisma.”
De esta manera, el mismo fragmento se convierte en un laboratorio de voces. Cada lector encontrará un tono que le toque más cerca: lo descriptivo, lo poético, lo visual o lo íntimo.
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