La idea de jugar a la consola no resultaba tan atractiva con una cama vacĂa. SaliĂł al balcĂłn y se le llenĂł el corazĂłn de recuerdos relacionados con Martina y el infinito celaje.
MirĂł el mando de juegos, y le vino a la mente la cesta de la ropa suciaâŠ
Katy NĂșñez
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