Me detuve frente a Ă©l. Lo mirĂ© a los ojos como tantas otras veces; y como en tantas otras ocasiones, me preguntĂ©, Âżpor quĂ© me habĂa enamorado de Ă©l?
Entonces me mirĂł, y en su gesto no habĂa reproches, ni preguntas. Estaba de buen humor.
âÂżQuĂ© te pongo? âme preguntĂł.
âUn zumo de tomate âcontestĂ©.
Entonces, como tantas otras veces, la cantĂł.
Reconozco que tardĂ© mucho en comprender que me la cantaba a mĂ, pero terminĂł cumpliendo una pauta, siempre cantaba los mismos pĂĄrrafos, de la misma canciĂłn de âFito & Fitipaldisâ.
âSabes que soñarĂ©
Si no estĂĄs, que me despierto contigo
Sabes que quiero mĂĄs
No sé vivir solo con cinco sentidos
Este mar cada vez guarda mĂĄs barcos hundidos
TĂș eres aire, yo papel
Donde vayas yo me iré
Si me quedo a oscuras
Luz de la locura ven y alĂșmbrame
Alguien dijo alguna vez
âPor la boca vive el pezâ
Y yo lo estoy diciendo
Te lo estoy diciendo otra vezâ.
âNo hagas eso, por favor âle susurrĂ©.
âNunca olvidarĂ© mi dolor, porque lo amé⊠¥Dios mĂo, cuĂĄnto lo amĂ©!, y aunque no sirva de nada, esta noche quiero emborracharme con cada palabra que me susurrĂł, y con todas las lĂĄgrima que derramĂ© por Ă©lâ.
âLuz de la locura, ven y alĂșmbrameâ.
Katy NĂșñez.
Deja una respuesta